En el último tiempo, he tenido que hacer varios trámites en la Universidad que tienen que ver con la actualización de datos socio-económicos, entre otros.
En uno de esos días de burocracia pura, tuve que ir con mi mamá a una notaría para firmar unos papeles y hacerlos válidos legalmente. Mientras esperaba atención, me sorprendía ver cómo gente que llegaba después que yo era atendida y a mí ni siquiera me miraban las secretarías.
Después de ver que todos llegaban y pasaban a ser atendidos, decidí pasar y pedir atención...
¡¡Era simple!! había que pasar y pedir atención apenas llegabas... que increíble: estuve media hora esperando y mirando cómo las personas que llegaban después que yo se iban antes.
En la iglesia a veces nos frustramos cuando vemos que un hermano llega antes que nosotros a los niveles espirituales en los cuales ya deberíamos estar, o haciendo cosas que nosotros deberíamos hacer dentro de la congregación. Pero ahí está la cosa... nos quedamos esperando y pretendemos que estando sentados todo el tiempo, Dios llegará y nos dará lo que deseamos, siendo que lo necesario para eso es simplemente acercarnos a Él, estar en su presencia, y pedirle en el nombre de Jesucristo que atienda a nuestras súplicas...
Sólo debemos acercarnos a Dios... así Él nos atenderá...
Bendición
